Hace algún tiempo estallo un escandalo por la intención de construcción por parte del Estado Ecuatoriano de un barco de investigación oceanográfica con capacidad para navegar en aguas antárticas para, entre otras cosas, aprovechar esta característica para las expediciones a la Antártida.

A causa de las malas interpretaciones generadas, por la intención de construir un barco con capacidades polares, el Ecuador sigue con el Orión, que ya está viejito con 42 años excelentes servicios a la investigación oceanográfica del país, pero tiene muchas fallas y poca velocidad.

Pregunta: ¿Necesitamos un nuevo barco científico oceanográfico con capacidad para ir a la Antártida?

Respuesta: Definitivamente sí.

¿Por qué? Veamos.

La Antártida es un continente en el sur del planeta, en el Polo Sur. Nosotr@s estamos en el centro del mundo, y somos un país mas bien tropical, no somos un país polar.

Pues bueno, aunque no lo creas, tenemos más historia polar que muchos otros países. La primera vez que la bandera de nuestro país flameo en la Antártida, fue en 1984 y desde entonces no hemos parado de ir y venir a la Antártida. Para el año 2023 se está organizando la vigésimo cuarta expedición, es decir, llevamos casi medio siglo yendo y viniendo a la Antártida.

Las primeras expediciones fuimos con el buque Orión, barco de investigación científica construido para el pacifico tropical (aire acondicionado, por el mucho calor y aguas cálidas), así que llevar el Orión a la Antártida fue poco más que osado, nos congelábamos en esas aguas a 2°C y dentro de un barco (metal por todos lados) preparado para el calor, no para el frío.

Igual no nos importó, y conseguimos adaptarnos, como siempre hemos hecho los y las ecuatorianas.

Con el apoyo logístico del Orión, el Ecuador decidió construir su estación de verano Pedro Vicente Maldonado.

Otra aventura que nuestros vecinos antárticos miraban con mucho escepticismo, dudando de que consiguiésemos construirla.

Pero al igual que con el Orión: lo conseguimos. La Estación existe y está allí desde 1991, es decir, desde el siglo pasado.

El Polo Sur es uno de los mas inhóspitos lugares del mundo, vientos huracanados, los más fuertes vistos en el planeta, las temperaturas más bajas jamás medidas, en fin, un lugar como para no enviar a nadie… pero que sin embargo, tiene hasta lista de espera por los países que suspiran por estar allí.

¿Por qué?

Por su difícil acceso, la Antártida es el último continente explorado del planeta. Y lo más interesante, está lleno de recursos minerales, algunos incluso ya extintos o a punto de hacerlo del resto de partes del mundo.

Rico en petróleo, gas, carbón y todos los minerales que se te ocurran. Pero mas allá de estas riquezas, en la Antártida está más del 80% del agua dulce del planeta, y se ha convertido en la esperanza de la humanidad.

Todo el continente esta gobernado por un tratado llamado el Tratado Antártico, que congrega a un selecto grupo de países que gobiernan el continente.

Y adivina, Ecuador está en este grupo de 26 países que gobiernan el Polo Sur. Para que te hagas una idea, no existe ningún otro organismo internacional donde este país tropical tenga tanto poder.

¿Por qué? Porque el Tratado Antártico no es democrático, o son todos los 26 países los que aprueban algo, para gobernar el continente, o no lo aprueba ninguno.

En otras palabras, si Ecuador en una reunión del Tratado Antártico se opone a que Estados Unidos lleve (por ejemplo) una central nuclear a la Antártida o que Rusia quiera iniciar una extracción de tal o cual mineral para su estudio, ni Estados Unidos ni Rusia podrá llevar al cabo sus intenciones hasta que Ecuador no vote a favor.

Además de por estas oportunidades geopolíticas: ¿Te imaginas el poder que tenemos sobre Rusia, Estados Unidos, China o Japón? Resulta que con nuestras investigaciones en el Polo Sur estamos trayendo mejorías a los habitantes de nuestro país, tales como biodiesel hecho a partir de algas, abonos más resistentes y naturales, biorremediación frente a derrames de petróleo, sembrar papas en lugares muy inhóspitos o manejo turístico responsable entre muchos otros.

Nuestra presencia e investigación constante, en ese continente, nos ha sentado en uno de los clubes más selectos del mundo, y continuar con esta membresía nos asegura una capacidad para, en el futuro, mejorar la calidad de vida de los y las ecuatorianas.

Si a todo esto le sumamos que “el Orión ya está viejito” aprovechar la construcción de un nuevo barco de investigación oceánica, que tenga capacidades polares, ayuda a asentar nuestra larga presencia en el continente blanco.

Que Ecuador esté en la Antártida no es ni nueva ni sorprendente noticia fuera de este país. Esta presencia ha hecho que este país sea la envidia de países como Perú o Colombia, por citar algunos de la región. Pero también países como Canadá, Austria, Suiza o Dinamarca nos tienen envidia y desean tener iguales derechos que nosotros en la Antártida.

En definitiva, estar en la Antártida es un buen negocio para el Ecuador, para ti y para mi, pero sobre todo para nuestros hijos porque al asegurar la presencia de este país tropical en el polo sur significa tener una mayor posibilidad de sobrevivir en un futuro tan incierto.

Ahora pregunto nuevamente:

¿Consideras que Ecuador debe construir un nuevo barco de investigación científica y aprovechar que tenga capacidades polares?

Comandante José Olmedo

Compartir: