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Doce, como los apóstoles, como los dioses del Olimpo, como los cuentos peregrinos de Gabo y como los meses al año que estaremos alertas del cumplimiento de lo ofrecido.
No ocurría desde el siglo pasado.
Después de 22 años, nueve meses y catorce días, vuelve a asumir la Presidencia de la República un político de derecha, patrocinado por partidos de derecha y con un plan de gobierno de corte liberal.
Aquella vez fue Jamil Mahuad, en el lejano 10 de agosto de 1998, el día del discurso de las armonías. Lo que ocurrió en su gobierno no es materia de este artículo. Lo que ocurrirá en el de Lasso sí.
O al menos lo que debería ocurrir.
Objetivos y promesas
Aunque la mayor parte de las 87 páginas del Plan de trabajo 2021-2025 de Guillermo Lasso están llenas de cifras, casi todas se refieren a la realidad actual del país, no a sus objetivos o metas de gobierno.
La mayor parte de los compromisos redactados en el plan son enunciados tales como “fortalecer la productividad”, “crear mayor apertura comercial” o “combatir el tráfico de drogas”, lo que deja al actual presidente un amplio campo de maniobra cuando deba hacer rendiciones de cuentas.
Llama la atención que en el Plan de trabajo 2021-2025 y en todos los meses de precampaña y campaña electoral, no se haya mencionado ninguna meta respecto a crecimiento de la economía, distribución de la riqueza, reducción de la pobreza extrema, reducción de emisiones de CO2, índices de escolaridad y muchas otras necesidades urgentes y trascendentales para acelerar la salida del subdesarrollo.
Efecto Prometeo, en su intención de dar seguimiento a los avances del gobierno de Guillermo Lasso, ha identificado doce promesas de alta relevancia cuyos enunciados son susceptibles de monitorear en el tiempo. Algunas de ellas son tomadas del Plan de trabajo 2021-2025 y otras de alocuciones del propio presidente en tiempos de campaña electoral.
A continuación la lista de promesas por cumplir (dar click en cada promesa para ver más información):
1. Generar dos millones de empleos.
2. Subir el salario básico (sic) hasta 500 dólares.
3. Eliminar el impuesto del 2% a las ventas a pequeños negocios.
4. Beneficios para más de 264 mil negocios populares.
5. Condonar todas las deudas menores a U.S.$2,000 con BanEcuador.
6. Beneficios para emprendedores.
7. Cubrir el déficit de dos millones de viviendas.
8. Programa masivo de vacunación.
9. Programa de crédito para agricultores.
10. Reabrir y fortalecer al menos 900 escuelas rurales.
11. Reconocer el trabajo de cuidado que realizan las madres.
12. Crear un mecanismo para volver giratoria la escultura de la virgen del
Panecillo.
Se nos quedaron por fuera la promesa de borrar de la Central de Riesgos a personas con deudas menores a mil dólares, la creación de la Escuela Digital de Capacitación Docente, los proyectos de energía eólica y fotovoltaica, el fomento al deporte universitario y muchos otros compromisos expresados en campaña, algunos con más rimbombancia que precisión, pero que tal vez sumaron para lograr el triunfo electoral del 11 de abril.
La intención, por ahora, era traer hasta acá doce compromisos del presidente Lasso. Doce, como los apóstoles, como los dioses del Olimpo, como los cuentos peregrinos de Gabo y como los meses al año que estaremos alertas del cumplimiento de lo ofrecido.
¿Qué vamos a hacer con las 12 promesas?
Las vamos a monitorear.
Mensualmente, vamos a pasar revista de su evolución. También vamos a enriquecer la lista con nuevos ofrecimientos, esta vez hechos desde ya desde el gobierno.
Desde Efecto Prometeo entendemos que la democracia no se plasma solamente cada cuatro años cuando elegimos dignidades sino en el día a día, cuando los mandatarios le cumplen a sus mandantes y éstos -vigilantes- así lo exigen.
ACTUALIZACION AL 24 DE JUNIO