Melchor de Aymerich
En Quito, la calle Melchor de Aymerich es la calle que te lleva a la cima del célebre Panecillo.
El Panecillo, también conocido en quechua como Yavirac, fue el escenario donde España entregó simbólicamente el poder a los independentistas. Tras la Batalla del Pichincha, el 25 de mayo de 1822, a las 14h00, en la cima del Panecillo o Yavirac, las tropas vencedoras arriaron la bandera de España e izaron el tricolor de Colombia. Quito dejó de pertenecer a un reino europeo y se unió a la naciente república sudamericana de la Gran Colombia. En este acontecimiento participó Melchor de Aymerich. Pero del lado perdedor.
Melchor de Aymerich fue un militar español nacido en Ceuta en 1754 y muerto en La Habana, imperio español, en 1836.
Aymerich se estableció en Cuenca en 1802, como Comandante Civil y Militar de la ciudad. En 1809, reprimió el llamado ‘Primer Grito de la Independencia’ a punta de sablazos y balazos.
Desde 1816 hasta 1822 fue el presidente de la Audiencia de Quito. En 1822 fue vencido en la Batalla del Pichincha por el Ejército comandando por Antonio José de Sucre.
Sin embargo, la vía que sube a la cima del Panecillo, donde se reconoció el triunfo de los independentistas, lleva el nombre del general español que perdió. Absurdo. Como si Los Campos Elíseos en París llevasen de nombre Boulevard Hitler.
¿Quién decidió que esta calle, escenario de la independencia de América, lleve el nombre de uno que buscó negarla? ¿Quién decidió que se honre a un español en vez de a un americano?
¿Quién decidió que se reconozca a un represor de la independencia americana, justo en un espacio donde debería homenajearse a los luchadores por la independencia?
Preguntas necesarias pero un dato incontrastable: en Quito la calle que conduce a la cima de la libertad lleva el nombre de quien quiso negarnos la libertad.
Autor:
Xavier Andrés Flores Aguirre
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