14 de abril de 2021

Kevin Molina

844 palabras; 4 minutos de lectura

Los cuatro países líderes del medallero de los Juegos Panamericanos han sido siempre Estados Unidos, Cuba, Brasil y Canadá.  Esto revisando el cuadro de posiciones desde el año 2007 hasta el 2019.

Podemos encontrar que dos potencias mundiales, y dos en vías de desarrollo destacan en los primeros lugares.  ¿Pero qué es lo que hace que los países puedan destacar en áreas deportivas?

Para que exista y se justifique la inversión en deporte debe haber una política deportiva constante, que se convierta en histórica…y con el aporte de más o menos recursos dependiendo de las circunstancias, pero manteniendo su importancia dentro de la institucionalidad y planificación de los países.

Política deportiva es justamente eso: la acción planificada del Estado en el ámbito deportivo, constituida a través del desarrollo de un sistema sólido, organizado y con asignación de recursos para incentivar en la sociedad la actividad física como un hábito…por otro lado, impulsar el deporte de alto rendi­miento, desarrollar infraestructura, programas de activación física, promoción, salarios administrativos y becas.

El deporte desde lo público debe ser integral, esto incluye al deporte escolar, al aficionado, al recreativo y al deporte de alta competencia. Invertir en todos esos frentes, implica destinar importantes montos de dinero al año, y eso, en presupuestos fiscales deficitarios es siempre sujeto a cuestionamientos y recortes.

¿Pero, qué réditos tiene invertir en política deportiva?

Vamos a suponer que existe toda la voluntad política por parte del gobierno para hacer inversiones en deporte, sin embargo, los recursos públicos son escasos. Por este último motivo hay que tener claro cuáles son los réditos que generan ejecutar estas inversiones.

Según un estudio realizado por la Universidad Católica de Murcia, sobre la importancia del deporte como acción política, hay cuatro razones para promover la inversión en esta área por su aporte positivo en el desarrollo de las sociedades.

La primera, la práctica deportiva incrementa el bienestar físico, mental y social de los ciudadanos, con ello mejora la calidad de vida y el Estado de bienestar social.

La segunda, es la contribución a la unidad y cohesión social.

Como tercera razón está la promoción de valores y principios democráticos, junto a ello el sentido del esfuerzo, la solidaridad y búsqueda de justicia.

Estas tres primeras razones citadas están enmarcadas en el puro beneficio social, porque cuando hablamos de beneficio no siempre nos referimos a algo cuantificable en términos monetarios.

¿Acaso por ejemplo cuando pagamos una sesión de spa o una entrada al cine, al terminar salimos con más dinero en el bolsillo? No. De hecho, salimos con menos dinero, pero con una gran sensación de bienestar, que nos hace encarar las actividades venideras con un mejor estado de ánimo.

Por último, la cuarta razón es efectivamente la oportunidad de impulso y reactivación económica.  Pues, a través del deporte se puede generar movimiento económico, por ejemplo, con la organización de eventos –ya sean aficionados o profesionales–, se dinamizan sectores de manufactura y servicios.

Veamos entonces cuáles son los estados referentes en inversión deportiva.

Según un estudio realizado en 2015 por la revista especializada Forbes de República Dominicana, Estados Unidos es el país que más recursos destina a sus programas deportivos, con 1000 millones de dólares asignados a esta área.

En Latinoamérica, los tres países que más destacan en inversión en política deportiva son Brasil, México y Chile (con 842, 233 y 213 millones de dólares anuales, respectivamente).

El caso de Brasil, por ejemplo, corresponden a una política de Estado y el valor que le dan al deporte como sociedad ya está arraigado como un tema tradicional y cultural. Por ello, sus altas inversiones, con respecto a sus vecinos, normalmente presentan grandes resultados a nivel de competencia profesional y alto rendimiento.

Pero, qué pasa con Ecuador?

Una mirada seria hacia la política deportiva se dio en el año 2007 cuando recién en ese año se crea el Ministerio del Deporte. Algunos exdirigentes de federaciones sostienen que hubo una buena asignación de recursos, pero que la elección de los administradores de esta cartera de Estado, fue deficiente.

En su momento, se alcanzaron a cosechar algunos resultados deportivos, hubo una mejora sustancial en infraestructura (por ejemplo, la construcción y puesta en marcha de los emblemáticos Centros de Alto Rendimiento) y el programa de apoyo económico a deportistas, para que se dediquen de lleno a la práctica deportiva y no la tengan que combinar con otro oficio por falta de recursos.

De esta manera los resultados en las tablas de posiciones deportivas se fueron acomodando en favor de Ecuador…volviendo a los Juegos Panamericanos, en el 2007 este país quedó 11 de 32 países participantes, en 2011 alcanza el puesto 10 de 29, para el año 2015 Ecuador ya sube al puesto 9 de 31 participantes.

Sin embargo, con el paso de los años, las prioridades gubernamentales le fueron volteando la cara al deporte. Hasta que en el año 2018, el ministerio pasó a ser una secretaría, debilitando así su institucionalidad, sus presupuestos y sus proyectos. Justo en el siguiente año, 2019, el Ecuador vuelve a quedar onceavo en el medallero de los Juegos Panamericanos, tal cual como en el año 2007.  En las últimas semanas, el nuevo presidente de Ecuador ha señalado que esta Secretaría volverá a tener rango de ministerio.

A partir de lo dicho, hay que tener claras dos cosas.

La primera. Los réditos principales de la inversión en deporte no se ven reflejados en las cuentas nacionales, dado que la contabilidad nacional no cuantifica directamente los beneficios sociales de un proyecto.

La segunda es la paciencia en el retorno de la inversión en los resultados deportivos. Al igual que la educación, una inyección de recursos en el deporte está sujeto a un proceso de formación y preparación que toma varios años, incluso supera un período de gobierno.

Como hemos visto antes, la política deportiva parece depender de tres variables: la voluntad política, la asignación suficiente de recursos y la institucionalidad para la planificación del desarrollo del deporte en la sociedad.

FUENTES

https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=163044427001

http://www.scielo.org.pe/pdf/liber/v12n12/a06v12n12.pdf

https://blog.monex.com.mx/los-paises-que-mas-invierten-en-deporte-en-america-latina

https://www.elcomercio.com/deportes/resultados-deporte-juegosolimpicos-inversion-paises.html

https://webdelmaestrocmf.com/portal/medallero-de-los-juegos-panamericanos-2019-sabe-usted-cuales-son-los-paises-latinoamericanos-que-mas-invierten-en-educacion-y-en-deporte/

 

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