“Quisiera que mi cuerpo se desintegrara en lágrimas”, palabras del príncipe Hamlet, personaje principal de la obre de Shakespeare. Hoy, más de 400 años después, la tragedia no se escribe, se vive a diario en el Ecuador.
Es que llorar es lo único que provoca ante la descomposición existente en casi todos los ámbitos del diario vivir de los ecuatorianos. Existen cientos de casos que demuestran la podredumbre en la que estamos inmersos los ecuatorianos, pero una situación reciente ejemplifica múltiples degradaciones de la sociedad. Es el caso de un candidato a la alcaldía de Muisne, Paul Vélez.

Vamos a los hechos:

1. Un gobierno que dice combatir la corrupción inscribe como candidato a un sentenciado por asesinato.

2. El candidato del gobierno fue sentenciado a 25 años de prisión como autor intelectual del asesinato. La víctima era el alcalde electo que debía reemplazar a Vélez, que terminaba su periodo como alcalde de Muisne en 2014.

3. El candidato del gobierno había salido de la cárcel hace pocos días gracias al controvertido recurso de “HABEAS CORPUS”.

4. Finalmente, Paul Vélez no podrá ser candidato del gobierno porque su participación fue objetada por adeudar pensiones alimenticias.

Como puede una persona sentenciada por asesinato ser auspiciada por el partido del Presidente de la Republica? Que juez le concede un HABEAS CORPUS a un sentenciado a 25 años de carcel por asesinato? Una persona que no cumple sus responsabilidades con sus hijos, cumplirá sus deberes como autoridad?
Definitivamente la política y la justicia ecuatorianas apestan.

POSEIDON

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