14 de junio de 2021
Kevin Molina
676 palabras; 3 minutos de lectura
En una entrevista en Teleamazonas, la ministra de Salud aseguró que una persona que está completamente vacunada contra el COVID-19 no tiene posibilidades de presentar complicaciones o morir por el virus.
El pasado 7 de junio, la ministra de Salud, Ximena Garzón, aseveró en una entrevista en el programa HORA 25 del canal Teleamazonas que las personas inoculadas con las dosis completas de cualquier tipo vacuna para el COVID-19 “no se van a complicar y también están cubiertos para la mortalidad”.
En la citada entrevista, el periodista Andrés Carrión le insistió a la ministra –quien posee un PhD en Salud Ocupacional por la Universidad de Florida del Sur– si de verdad cualquiera de las tres vacunas actualmente disponibles en el país le garantiza seguridad al beneficiario de la misma, a lo que la ministra Garzón respondió: “todas las vacunas disponibles en el país van a prevenir 100% muertes y 100% la enfermedad grave”.
Antes de chequear la veracidad de las declaraciones son necesarias las siguientes puntualizaciones:
Primer punto, las tres vacunas para el COVID-19 disponibles en el país hasta la actualidad son: Pfizer, Sinovac y AstraZeneca. Todas estas necesitan de dos dosis para considerar la posología completa.
Segundo punto, en el marco de la COVID-19 se considera como “enfermedad grave” – según la Organización Mundial de la Salud (OMS)– a la complicación de la enfermedad con síntomas severos (como disnea, pérdida de apetito, confusión, dolor persistente en el pecho y temperatura mayor a 38°C) que implicarían hospitalización.
Teniendo claro estos puntos, ¿qué hay de cierto que las vacunas contra el COVID-19 le garantizan a la persona inoculada que no hay ninguna probabilidad de tener complicaciones graves y de morir?
En un reciente estudio, patrocinado por medRxiv (portal de artículos científicos con temáticas sanitarias) titulado “Estimaciones de la eficacia de varias vacunas COVID-19”, señala que la eficacia de las vacunas contra enfermedad grave, hospitalización o muerte no llega al 100%. Veamos el siguiente detalle:
• Eficacia para prevenir hospitalizaciones: Pfizer 87%, Sinovac 84% y AstraZeneca 100%.
• Eficacia para prevenir muertes: Pfizer 72%, Sinovac 100% y AstraZeneca 100%.
En el ámbito local, un artículo del diario público El Telégrafo –publicado en días posteriores a la declaración de la ministra– expone los porcentajes más difundidos por estudios científicos de cada vacuna en relación a su eficacia para prevenir la enfermedad con síntomas severos, que incluyen hospitalización o muerte, de la siguiente forma:
• Pfizer garantiza entre un 91 a 100% y Sinovac entre un 65 a 91%. Ambas presentan este rango de variación según la variante de COVID-19 estudiada.
• Para AstraZeneca se establece un 74%.
Por otro lado, Nikolaos Kyriakidis, docente investigador de la Universidad de las Américas, en una entrevista publicada por Diario Expreso sostiene que: “las vacunas que están en el país y las que están aprobadas a nivel mundial están entre el 80 y 100%” de efectividad para evitar la hospitalización, intubación y la muerte.
Además, es importante señalar que la eficacia varía según los países donde realice en los estudios. Por ejemplo, en el caso de Brasil, se señala que es del 100% frente a las hospitalizaciones y muertes.
En Chile, se publicaron –recientemente– los resultados del estudio de efectividad de la vacuna Sinovac y estimó entre un 80 y 89% su efectividad frente a la hospitalización y muerte. En este caso particular, es importante señalar que estos resultados no son basados en estudios clínicos, sino en estudios de aplicación de la vacuna en el mundo real.
Al igual que las pruebas clínicas para lograr nuevas vacunas, las pruebas de eficacia siguen en marcha y aún no existe consenso en la esfera científica para emitir una última palabra al respecto.
Por lo tanto, en virtud de los hechos presentados, en la escala de Efecto Prometeo, las declaraciones de la ministra de Salud encajan como imprecisas, porque al asegurar el 100% de eficacia de las vacunas tanto en casos de muerte y enfermedad grave, cae en imprecisiones o –por lo menos– información incompleta, que pueden desnaturalizar la veracidad de la afirmación, considerando que aún no existe un respaldo científico definitivo en la aseveración, pero sí una voz común: no hay garantías absolutas de escaparle a la hospitalización por enfermedad grave ni a su peor consecuencia.
ESCALA
• Verdadero: el hecho noticioso es completamente cierto, tanto en sus enunciados como en su contexto.
• Incompleto: el hecho noticioso tiene una afirmación principal verdadera, pero carece del contexto para entender a cabalidad su alcance.
• Tendencioso: el hecho noticioso tiene una afirmación principal, pero omite aspectos que darían perspectivas diferentes o incluso contrarias.
• Impreciso: el hecho noticioso contiene imprecisiones o información incompleta, que desnaturalizan la veracidad de la afirmación.
• Falso: el hecho noticioso es absolutamente contrario a la verdad fáctica. En su aseveración no hay atisbo de verdad y se presume clara intención de
engañar.